domingo, marzo 29, 2009

Boosterblog


Desde esta mañana soy miembro de Boosterblog, aún no tengo muy claro para lo que sirve. Si resulta demasiado molesto, será exterminado consecuentemente.

martes, diciembre 30, 2008

Metallica - Death Magnetic


La sombra de la duda se cierne de forma constante sobre los cuatro jinetes de San Francisco. Y es que el paso de los años ha conferido a Metallica esa peculiar habilidad que poseen las grandes formaciones musicales de aglutinar, a partes iguales, iras y pasiones. En 1991, con la ya lejana edición de su Black Album, claramente orientado al público generalista, rompían definitivamente con su pasado thrasher, y se desprendían de su vitola de banda de culto, alejada del movimiento mainstream. Hecho que dividió categóricamente a los viejos y nuevos fans de Metallica.

Más tarde, en 1996, llegaba el magnífico y polémico Load, disco que acrecentó la ruptura entre los seguidores del grupo, con una sonoridad más cercana al hard rock y al rock alternativo, muy en boga en la primera mitad de la década de los 90. A partir de este momento, Metallica se adentró en una crisis creativa que les llevó a editar Reload –compuesto por los descartes de Load-, un disco de versiones llamado Garage Inc. y un directo con la Orquesta Sinfónica de San Francisco. Tras siete años sin componer material nuevo –a excepción de la magnífica No Leaf Clover y las innecesarias I Disappear y Minus Human-, la banda publica St. Anger, álbum que prescindía, prácticamente, de cualquier elemento característico de su sonido y que se adentraba en terrenos más modernos y experimentales.

En 2007, tras más de 15 años trabajando con el productor Bob Rock, Metallica decide poner a los mandos de la grabación de su nuevo disco al polifacético y ecléctico Rick Rubin. Death Magnetic, después de año y medio de trabajo, vio la luz el pasado 12 de Septiembre de 2008.

La breve y metálica introducción de Death Magnetic remite a pasajes clásicos de la banda y anticipa la clase de composiciones que vamos a encontrar a lo largo de la escucha. That Was Your Life y The End Of The Line son los cortes elegidos para abrir boca; ambos discurren en una mezcla de heavy metal de corte tradicional y el thrash metal más accesible, marca de la casa. Es imposible dar más pistas: señoras y señores, Metallica ha vuelto a los 80. Broken, Beat & Scarred rememora el sonido más controvertido de la banda en álbumes como Black Album o Load, aunque pasado por un filtro metálico que, sin duda, convencerá incluso a los seguidores más afines a la vieja escuela.

Después de esta agitada, frenética y animada presentación, Metallica nos ofrece su versión más épica a través de The Day That Never Comes, tema elegido como primer sencillo del álbum que, previamente a la edición del mismo, consiguió devolver la esperanza a muchos escépticos y recelosos del pasado del grupo. Rozando el ecuador del compacto, hallamos uno de los momentos álgidos de Death Magnetic en All Nightmare Long. Riffs poderosos y melódicos junto a un acertado estribillo nos transportan a través de una de las experiencias musicales del año.

Cyanide nos devuelve a los Metallica más modernos, esta vez sin ningún tipo de alarde ni disfraz. Un riff accesible, cercano a sonidos punk, acompañado, de nuevo, con un estribillo extremadamente pegadizo completan la que, para muchos, es la canción más original del disco. A Unforgiven III le debe ocurrir como a estos hijos de actores famosos que, hastiados de sus anodinas vidas en las barriadas VIP de Los Ángeles, deciden reproducir los pasos de sus progenitores, sin advertir que la sombra proyectada por sus bienamados ascendientes es tan alargada que puede acabar devorándoles irremisiblemente. Y es que la leyenda que precede a esta canción es tan grande y mítica que las expectativas sólo pueden ser grandes cuando una banda como Metallica anuncia que va a incluir, en su Death Magnetic, la tercera parte de tan aclamada copla. Lo cierto es que tras muchas escuchas, Unforgiven III no pasa el corte aunque consigue salvar los muebles gracias a sus pasajes melódicos que se convierten en la gran referencia baladística del álbum. The Judas Kiss es el otro gran tema del disco, rápido y poderoso en su ejecución, cuenta con uno de los estribillos más inspirados de su carrera.

La recta final del disco la encaramos con Suicide & Redemption, una suerte de composición instrumental que, pese a estar bien intencionada, no logra emular las grandes sensaciones musicales que el cuarteto de San Francisco ha logrado transmitir en el pasado a través de este tipo de cortes. A modo de coda apocalíptica, Metallica nos invita a desencajar nuestros cuellos a ritmo de My Apocalypse, que resulta el tema que remite más claramente a los primeros lanzamientos de la banda, donde busca perpetuar referentes tan certeros como Battery o Dyers Eve.

Metallica ha editado, tras 27 años de carrera, un álbum complejo, no apto para el público generalista. No sólo por su vocación eminentemente metálica sino también por la excesiva duración de las canciones que, en determinadas ocasiones, se convierte en el gran hándicap del compacto.

En líneas generales, puede decirse de este Death Magnetic que se trata de un buen disco que, sin embargo, adolece de la inspiración necesaria para conseguir el objetivo de reproducir la calidad que atesoraban los grandes álbumes clásicos de la banda. Por otro lado, supone un paso adelante y una recuperación tras más de 12 años de sequía inspirativa y un precedente, como St. Anger, que evidenciaba carencia de ideas y una necesidad de experimentar sin sentido.

miércoles, noviembre 26, 2008

Resucitando al muerto

Después de una larga ausencia -casi dos años-, en la que no ha faltado motivación para retomar este blog pero sí el tiempo y quizá la inspiración suficiente para acometer este pequeño proyecto personal. Lo recupero con la intención primigenia de conservar aquellos textos que, bien por su valor sentimental o por el interés que hayan podido suscitar, he ido escribiendo a lo largo de los años. Pero también tengo intención de añadir, con la asiduidad que me permita mi -espero- apretada agenda, textos nuevos sobre aquellos temas que me resulten de interés.

He introducido alguna ligera modificación pues, de una vez por todas, he aprendido a usar esta herramienta, lo que me ha permitido compartimentar todos mis escritos en diferentes secciones sin tener que crear 200 blogs (sí, suelo ser así de espabilado). También he creado una sección nueva en un blog aparte, llamada Cajón de Sastre (a falta de un nombre más original), que va a estar completamente dedicada a aquellos textos que, por una u otra razón, comencé a escribir hace mucho tiempo y han quedado incompletos o como meros esbozos de una idea más genérica. Como, a priori, no tengo ninguna intención de finalizarlos pues el tiempo y mi memoria han interpuesto demasiados barreras entre las concepciones iniciales y la actualidad, mi propósito es rescatarlos por razones puramente narcisistas, ya que me recuerdan que alguna vez tuve buenas ideas :)

On A Inland cuenta con tres textos nuevos, dos pertenecen a un análisis crítico del libro de Heinrich Böll El honor perdido de Katharina Blum, realizado para la asignatura Periodismo Político y Jurídico que curso este cuatrimestre. El tercero es un artículo de opinión acerca de la propuesta de reforma legal, por parte de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, para que los cargos electos tengan la posibilidad de delegar su voto para poder disfrutar de permisos de paternidad y de maternidad.

La sección Cajón de Sastre la inauguro con un intento de diario de mis aventuras y desventuras en Finlandia. Proyecto que vio luz y pereció la misma noche y en el que tan sólo narro las vivencias durante mis primeros cuatro días en Helsinki. Lo cuelgo como fue concebido inicialmente, sin tocar ni una sola coma, repleto de vulgarismos e incorrecciones pero también de espontaneidad, ya que fue pensado para ser un simple divertimento con el que recordar aquellos buenos días.

De esta manera, queda reinaugurado este espacio que, ahora sí, espero que tenga una larga vida.

Gotta move that wheel right round.

La importancia de delegar el voto

A raíz de esta noticia, aparecida en diversos medios de comunicación.

Nuestra desmejorada democracia adolece, en demasiadas ocasiones, de un necesario activismo que fomente y agilice la participación tanto del pueblo como de sus representantes. No nos resulta extraño, por tanto, presenciar escenas -en cualquiera de las dos Cámaras que conforman Las Cortes-, en las que la ausencia de parlamentarios, en el debate de algunas cuestiones de importancia, es una realidad tan palmaria como dramática.

La última propuesta en saltar a la palestra del Congreso de los Diputados viene presentada por la Comisión de Igualdad, y establece una posible reforma legal con el objetivo de que los cargos electos tengan la oportunidad de delegar su voto en casos de permisos de maternidad y de paternidad.

Uno de los fundamentos inamovibles que caracterizan a nuestros parlamentarios es la indelegabilidad de su voto, cuestión esencial que asegura la obligación del ejercicio de sus funciones y la independencia de sus decisiones. Cuestión que plantea la eterna disquisición de abordar una plausible reforma de alguna norma jurídica tal como la Constitución, la Ley Orgánica de Régimen Electoral o de los reglamentos internos, en cada caso, del Congreso de los Diputados y del Senado.

La Comisión de Igualdad puntualiza que dicha reforma sólo se referiría a bajas por maternidad y paternidad, por lo que no sería extensible a casos de baja por enfermedad. A pesar del matiz, no deja de ser patente que la aplicación de la propuesta sentaría una importante base y un claro precedente para la delegación del voto en otros posibles supuestos.

Una de las claves de la política social del nuevo siglo ha de ser la precisa conciliación entre la vida laboral y familiar y, en este sentido, los representantes tienen legítimo derecho a acceder a estas mejoras, tanto como los representados. Sin embargo, la escasa participación e implicación de las partes, en este caso los parlamentarios, en asuntos que requieren atención, convierte la propuesta de delegación del voto en una solución que puede acarrear, a largo plazo, un elevado coste político.

Quizá una solución más práctica, como la alternativa que presentó la portavoz en el Congreso de CiU, Mercè Pigem, del voto electrónico permitiría, en este caso, obtener las facilidades resultantes de una baja por maternidad o paternidad y, a la vez, atender las obligaciones que acarrea detentar un cargo parlamentario.

Blind Guardian - Imaginations From The Other Side

Tracklist
01. Imaginations From The Other Side
02. I'm Alive
03. A Past And Future Secret
04. The Script For My Requiem
05. Mordred's Song
06. Born In A Mourning Hall
07. Bright Eyes
08. Another Holy War
09. And The Story Ends



Corría el año 1999 cuando, por una grata casualidad, a un amigo mío le prestaron un juego de ordenador, de extraña portada tengo que decir. Dicha primera plana consistía en un guerrero solitario, escudo al hombro y estandarte en mano, surcando un inmenso desierto de hielo y nieve; en ella se podía distinguir un logo de atractiva tipografía, el cual rezaba Blind Guardian, acompañado en la parte inferior de un claim…Mirror Mirror. Como era de adivinar, no se trataba de ningún videojuego (más bien fue una afortunada equivocación de quién le había proporcionado el cd a mi colega), sino de un compacto compuesto de una selección de varias canciones de un grupo alemán denominado El Guardián Ciego. Éste fue mi primer acercamiento a temas tan ilustres como la propia Mirror Mirror, Nightfall o Lord Of The Rings... Transcurrida una semana, ya contaba en mi haber con su afamado cd Nightfall In Middle-Earth, a las dos semanas su discografía, prácticamente completa, era mía (exceptuando Somewhere Far Beyond y Tales From The Twilight World). Por aquellos extraños devaneos que nos concede el destino, pasado un tiempo de la adquisición de los discos, había tenido ya la oportunidad de degustar todos ellos...bueno, todos ellos no. Había uno que aún permanecía, intacto e inmune a mis deseos irrefrenables de paladear nuevos sonidos y sensaciones, sin desprecintar sobre el tablero de mi escritorio. Se trataba de Imaginations From The Other Side.

Pasadas unas semanas de mi nuevo gran descubrimiento, el mismo amigo volvió a visitarme. Mientras me cambiaba de ropa, se tomó la libertad de encender mi PlayStation y de abrir el disco -sin mi permiso, claro- que tan injustamente había borrado de mi memoria. Una vez llegado tan lejos, no tuvo ningún reparo en introducirlo en la cadena de música y pulsar el botón de play. Los altavoces comenzaron a proyectar los primeros acordes, inundando la habitación de melodías, irreconocibles para mi sí, pero de las que no albergué ninguna duda acerca de a que banda atribuirlas. Sin mediar palabra, tomé asiento en el borde de mi cama y me sumí en uno de los viajes musicales más deliciosos y brillantes de los que he tenido oportunidad de disfrutar. Ésta fue mi primera toma de contacto con esta obra.

Con el transcurso de los años he tenido ocasión de deleitar a mis oídos con fantásticas obras compuestas por artistas de gran talento, pero os aseguro que podría contar con los dedos de una sola mano las que han conseguido hacerme vivir la música como hizo, en su momento, este Imaginations From The Other Side…sintiendo y saboreando cada segundo, cada nota…probablemente, este disco nunca ocupe un lugar privilegiado en la historia de la música, lo que sí puedo atestiguar es que consiguió formar parte de la historia de mi vida.

El álbum comienza con la canción que le da título, una maravilla que contiene, en sus casi siete minutos y medio de duración, toda la esencia de lo que significa y evoca Blind Guardian. Mundos imaginarios, idílicos, insólitos y excepcionales, lugares a los que a algunos nos encantaría pertenecer, sociedades perdidas en el tiempo o en las mentes que, quizá, nunca existieron en la realidad; en el mismo momento en que la escuché, por vez primera, hice la misma reflexión que efectúo ahora, cinco años después: resulta gratificador tener la oportunidad de comprobar, a través de la música, que en el mundo exista gente que comparta sueños e ilusiones, y que, a pesar de las distancias y de las diferencias culturales, las personas no seamos tan diferentes. La aventura musical continúa con I’m Alive, la cual narra la historia de un personaje encerrado en su propio juego de rol quien, a pesar de haberse convertido en un guerrero casi perfecto, no logra escapar de ese mundo; musicalmente es un tema rapidísimo, con un Hansi que escupe cada sílaba con ese tono crudo y mordaz que adquiere su voz cuando desea dotar de agresividad a sus composiciones, ideal para el directo aunque, por insólito que parezca, no suela dejarse ver asiduamente en los set lists de sus giras. De la misma forma que puede ser agresivo, el señor Kürsch sabe mostrarnos su faceta más cándida, sosegada y apacible, ejemplo claro lo tenemos con A Past And Future Secret, con la que regresamos a la temática medieval, donde las guitarras acústicas se armonizan con los teclados mientras la cálida voz nos envuelve e introduce en un bucólico universo artúrico.

Aún recuerdo mi último año de instituto, mi compañero de pupitre vestía, en algunas ocasiones, con una llamativa camiseta que dibujaba en su parte delantera a un bufón tocando un laúd, y que en su parte trasera rezaba algo como Agony is the script for my requiem, un tiempo después comprendí que se trataba de uno de los grandes himnos de este compacto, y por extensión de toda la carrera de la banda; un tema duro, mordiente y, a la vez, poderoso y épico que posee un tratamiento de las voces en los coros (muy influenciadas por Queen) que se estaba convirtiendo en una de las señas de identidad de los alemanes, un estribillo cargado de sentimiento, fuerza y grandilocuencia redondea un trabajo, a mí modo de ver, magistral. Retomamos las leyendas del rey Arturo con Mordred’s Song, un medio tiempo de mucha calidad y marcada cadencia dramática donde contrasta la dureza inicial con la que afronta Hansi el tema con la majestuosidad y templanza que aportan los coros en el estribillo, combinando, de esta forma, melodías que invitan al oyente a compartir el sufrimiento existencial de Mordred. Imaginations From The Other Side continúa con una de las canciones que fue elegida por la banda como single, hecho paradójico si tenemos en cuenta que se trata de uno de los temas más corrientes y menos llamativos del disco; en lo concerniente al aspecto musical nos encontramos con una estructura básica y clásica de Blind Guardian, speed metal melódico de la escuela Helloween, aderezado con detalles de producción en el tratamiento de las voces; quizá lo más destacable sea la posibilidad de disfrutar de este Born In A Mourning Hall en forma de video clip al igual que ocurre con la siguiente muestra de talento, Bright Eyes. Lánguido en sus inicios, va adquiriendo intensidad, en lo vocal (recurriendo a cambios de tono que fluctúan entre lo emocional y lo beligerante) y en lo musical (gracias al uso intercalado de acústica y eléctrica), hasta desembocar en un solo rapidísimo, elementos que dotan al corte de una variedad y complejidad que cualquier oyente exigente sabrá apreciar.

Y ya nos disponemos a encarar la recta final del disco, en primer lugar, con Another Holy War, una muestra de potencia y rapidez en lo musical, además de una crítica a las religiones a través de una letra que intenta estimular la reflexión personal; especial atención merece la melodía principal, con un trabajo excepcional (como siempre) de André Olbrich a las guitarras. Tan importante como el comienzo es la finalización. Por ello, estos jóvenes genios alemanes nos invitan, en el tramo final, a acompañarles de la mano a finalizar este viaje de sueños con And The Story Ends, a mí humilde parecer el mejor corte del disco, que continúa conceptualmente lo iniciado con Imaginations From The Other Side. Combina, a partes iguales, melodía y fuerza a través de un portentoso trabajo vocal, dramático en la interpretación principal y solemne en las voces secundarias y coros.

Imaginations From The Other Side supuso, junto a Visions de Stratovarius, la piedra angular del metal melódico europeo en la década de los 90 y prueba de que el género, ni mucho menos, estaba muerto. Desde un punto de vista técnico y compositivo, no se trata de su mejor disco, pienso que ese puesto queda, con total merecimiento, para su posterior Nightfall In Middle-Earth. Obra que, por otra parte, es digna de ser analizada y comentada puesto que, por merecimiento propio, debería ocupar un lugar privilegiado en la historia del rock. Pero si hablamos de sentimientos y simpatías personales, escojo Imaginations y su magia evocadora.

Intentar presentar, a estas alturas de la película, a Blind Guardian resulta innecesario, una banda que se ha labrado un exitoso presente a base de trabajo, calidad y honestidad, que, durante 20 años, fueron los mismos 4 amigos que comenzaron aquella aventura musical llamada Lucifer’s Heritage. A pesar del abandono de Thomen Stauch el pasado año para montar una banda ridícula que intenta recobrar el sonido de los viejos discos de los bardos, plagiando riffs y estribillos de forma escandalosa, creo que los tres jinetes que aún quedan continuarán deleitándonos con temas repletos de calidad, sinceridad y un importante grado de evolución. De momento nos han invitado a volar…

Escuchen y opinen

...At least I found a friend...

Músicos


Hansi Kürsch: Vocal & Bass
André Olbrich: Lead, Rhythm & Accoustic Guitars
Marcus Siepen: Rhythm Guitar
Thomas Stauch: Drums & Percussion